octubre 04, 2011

Se solicita escuchador


Entre todo este remolino de dudas 
que acongojan a mi niño interior 
y lo hace aborrecerme por convertirme en esto, 
un ente sin sueños, que camina sin rumbo.
Decido encendir un cigarrillo.
El viento juega con mi cabello.
Este balcón es mi jaula en estos momentos.
Veo a esas personas diminutas, frágiles,
caminando de un lado a otro
como si su mundo realmente fuese interesante.
Intento dar un suspiro, pero el oxígeno de mi cuerpo
es escaso. Cierro los ojos.
El ruido parece formar una perfecta sonata,
un grito ahogado de una ciudad. 
Un grito. Ahogado. Eso es justo lo que presiona mi pecho,
mis sueños quieren confundirme,
ya no sé si es lo que veo o lo que deseo ver.
Es cuando imagino un espectacular sobre mi
"Se solcita escuchador" 
Parece absurda la idea pero cuando se está desesperado
hasta esos disparates retan bravamente la elocuencia.
¿Qué características podría tener? No lo sé. No me importa.
Sólo quiero que preste su oido. Que no juzgue, que me escuche.
Tomo mi teléfono celular para buscar algún número.
No tengo contactos.
¿Contactos? ¿Por qué llamarlos así? 
Miro a mi al rededor y sólo veo transeúntes.
¿Felices? ¿Quién es feliz en estos días?
Las personas generan sus realidades y olvidan las de los demás.
Doy un paso. Tiro mi cigarro. 
*Se tira*

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