octubre 29, 2011

Muerte Anunciada.

Y si muero ¿cómo sería?
He pensado en la madrugada
donde el frío podrá ser mi cómplice...

Voy a comprar una botella de vino,
del barato, ese que pinta mejor los labios de color morado.
Llego a casa sintiendo el frío de la noche,
dejo mis cosas sobre la mesa, tomo una copa.
Tal vez me sirva un poco para comenzar a degustar.
Me quito la chaqueta, la bufanda y mis zapatos,
los dejo cerca del sofá. Me acerco a una torre de discos
y selecciono cualquiera. Son mis discos, así que cualquiera seguro me gustará.
Ya con el disco, la copa y la botella en mi mano me dirijo a mi habitación.
Entro con cuidado sintiendo cómo la alfombra
se ajusta a la silueta de mis pies.
Me dirijo hacia el baño y la tina aún está llena de hielos
revueltos con flores.
Regreso al cuarto para poner el disco que escogí. Portishead.
Sirvo otra copa de vino y tomo directo de la botella, doy un gran trago.
Dejo la copa y la botella en el buró,
me desabrocho la camisa y me la quito. Después me
deshago de toda mi ropa, la playera, el cinto, los pantalones,
mi ropa interior. Quedo completamente desnudo.
Tomo nuevamente la copa de vino y voy al baño.
Entro a la tina mientras de fondo escucho la música.
Es muy frío y en cuanto toco con mi pie los hielos,
mi piel se llena de escalifríos pero aún así me meto
y acomodo mi cuerpo. Una flor queda justo en mi ombligo.
Estiro mi mano y tomo la copa de vino. Doy un ligero trago
y noto que mis labios están temblando.
La música sigue sonando. Cierro mis ojos para controlar
mi cuerpo que tiembla.
La música se acompaña de suspiros temblorosos que salen de mi.
Del borde de la tina tomo una navaja que tenía ya preparada.
Sin pensarlo volteo mi mano y la paso por mi muñeca.
La piel se abre y la sangre pinta rápidamente la bañera color rojo.
Lo mismo hago con mi otra mano.


El frío cada vez se siente menos. Sigo sorbiendo de la copa, la cual
ya no es de cristal transparente, ahora es roja como los hielos de la tina.
La música cada vez se escucha menos hasta que llega a un punto
donde el disco termina y dejo de escuchar ruido.
Ahora mi respiración me acompaña. Cierro mis ojos.
Un rayo de luz va directo a mis ojos y los abro para ver ese amanecer.
Es hermoso, algo indescriptible, pero mis ojos pesan tanto
que no puedo mantenerlos abiertos.
Todo es silencio absoluto. Ni mi respiración puedo escuchar.

De repente escucho la voz de alguien. Dice mi nombre,
o al menos es lo que creo. Está gritando. Es la voz de una mujer.
Dice algo como "no, no, alguien ayúdeme, despierta..." no entiendo.

Ahora habla con alguien más ¿quién podrá ser ella?
creo que está llorando, puedo escuchar leves suspiros.

¿Qué es ese ruido? Es la voz de un hombre, o tal vez sean dos.
Ella algo les dice. Cada vez es más difícil entenderles.
¿Qué es eso? puedo sentir algo que toca mi cuerpo, me da calor.
Me están moviendo, puedo sentirlo.

Ese ruido me es familiar ¿A dónde me llevan?

*La sirena de la ambulancia se pierde entre el ruido del tráfico*


octubre 04, 2011

Se solicita escuchador


Entre todo este remolino de dudas 
que acongojan a mi niño interior 
y lo hace aborrecerme por convertirme en esto, 
un ente sin sueños, que camina sin rumbo.
Decido encendir un cigarrillo.
El viento juega con mi cabello.
Este balcón es mi jaula en estos momentos.
Veo a esas personas diminutas, frágiles,
caminando de un lado a otro
como si su mundo realmente fuese interesante.
Intento dar un suspiro, pero el oxígeno de mi cuerpo
es escaso. Cierro los ojos.
El ruido parece formar una perfecta sonata,
un grito ahogado de una ciudad. 
Un grito. Ahogado. Eso es justo lo que presiona mi pecho,
mis sueños quieren confundirme,
ya no sé si es lo que veo o lo que deseo ver.
Es cuando imagino un espectacular sobre mi
"Se solcita escuchador" 
Parece absurda la idea pero cuando se está desesperado
hasta esos disparates retan bravamente la elocuencia.
¿Qué características podría tener? No lo sé. No me importa.
Sólo quiero que preste su oido. Que no juzgue, que me escuche.
Tomo mi teléfono celular para buscar algún número.
No tengo contactos.
¿Contactos? ¿Por qué llamarlos así? 
Miro a mi al rededor y sólo veo transeúntes.
¿Felices? ¿Quién es feliz en estos días?
Las personas generan sus realidades y olvidan las de los demás.
Doy un paso. Tiro mi cigarro. 
*Se tira*

abril 14, 2011

5 consejos prácticos para que las personas más corrientes que comunes parezcan personas cultas y estudiadas

1) Traer un libro consigo, no importa que no lo lea, simplemente manténgalo abierto mientras escucha música (que seguro será reggaeton, cumbia, huaracha...).

2) Ría al ver que nadie más lo hace, esto hará creer a la demás gente que su IQ es tan elevado que ha entendido algo que ellos no pudieron.

3) Hable sobre política, aunque no sepa nada, de verdad, no es necesario saber del tema, siempre es creíble el conocimiento sobre este tema si se echa un rollo mareador.

4) Finja entender a la perfección a Jorge Luis Borges y sobre todo finja reconocer a cada personaje célebre que este autor menciona.

5) El más importante, si no se sigue alguno o todos los puntos anteriores, simplemente MANTENGA CERRADA SU BOCA, así nadie, absolutamente nadie notará de su analfabetismo retórico.

abril 01, 2011

Cronopios de viernes entre mi ser y mi sentido

Estoy al borde de la locura y la incongruencia

la excesiva exigencia me ha hecho ciego, manco, mudo, torpe;

el arenar del tiempo me envicia más y más,

no puedo salir, creo necesito ayuda

es como querer correr sin piernas

como caminar estático

y lo único que hago es arrancar

cada pedazo de piel muerta de mi

porque quiero renovar mi ser

quiero alimentar mi alma

pero ir pedazo tras pedazo me ha hecho desesperar

he comenzado a arañarme y sangrar

y no consigo limpiarme sino ensuciar mi ser

hacer de mí un cronopio,

un frio caldo de pollo para el corazón

¡maldito ser infame y bueno para nada!

me digo a cada gota que cae al suelo

subestimo mi ego, pisoteo mi ilusión... golpe.

Con un suave movimiento y de un sólo tajo

termino con lo se conoce como yo

muerdo mis labios, rechino mis dientes

mis ojos muestran señales de ira y dolor

pero es inútil, ya caí, estoy aquí

en este pozo vacío de dudas y prejuicios

que traen a mí, la maldita inquietud

me ha robado, me ha hurtado

mi ser no encuentra razones

y ya no puedo más

sé que aún sigue aquí conmigo

apagándose cual llama sin oxígeno

si se llegase a extinguir, sé que será el fin

y nunca más podré salir

Nota muerta: déjame olvidarte

Entre un tumulto de mentes transeúntes

veo tu silueta inerme, inerme,

y como la lucha contra una intensa y pesada marea

busco llegar a tus brazos y ver como de tus labios

dices lo que de niño me falto escuchar,

estoy aquí, ya junto a ti, pero no dices nada,

siento que la mejor forma de sobrevivir

es tener que mentir y pretender.

Por fin tu rostro me voltea a ver,

y abro mis ojos humedecidos

por la rabia y la innecesaria verdad,

me siento saboteado

desplazado, ignorado

y quiero desaparecerte de mi mente.

Deja que te olvide y que termine lo que nunca empezó

quiero dar el primer paso, no lo tomes tú

dame ese último aliento

y permite que sea dueño del tiempo,

tu dignidad está menos herida que la mia,

deja que me sienta más que tú por única vez,

tomemos la última taza de café

y cierra los ojos

mi arma es cálida y no lo sentirás

deja de respirar

deja de parpadear...

Este juego ya no me hace sentir bien

Y dentro de mi estado anímico

que se encuentra al borde del caos

entre la linea de la cordura

y el abismo de la locura

sales de pronto a quererte imponer,

me sonríes, me ves directo a los ojos

te tragas mi egolatrismo y después lo escupes en mi cara,

me tocas y me hundes, juegas con este pobre perdedor

y por primera vez me decido a seguirte el juego,

me haces sentir bien, me elevas, me alteras

y entonces, cuando más profundo me encuentro de ti,

tu perfume se esfuma y dejo de sentirte,

la sangre deja de llenar mi cabeza

y se hace más difícil inhalar el oxigeno.

me castra el insaciable sentir de importarte

y es cuando pienso que ya no quiero jugar más

y me canso de la preocupada retórica que empleo

con el más íntimo deseo de atraparte

y tenerte dentro de una jaula de cristal

sólo para mí y nadie más

deja que renuncie a mis sueños

pero nunca me sueltes,

quisiera sentir aunque sea por un momento

que latimos al mismo ritmo

y pretendamos que no hemos tocado

las reglas de la indiferencia

Carta de despedida diaria

Y el sonido del enorme reloj en la sala

prendía fuego a sus más íntimas alusiones

no hizo más que tomar esa botella casi vacia

y terminó con la última gota de alcohol,

había un silencio que enmudecía su anarquismo

pero el sonar del péndulo retumbaba por toda su casa

lo enloquecía y desesperaba,

con su mano apenas si pudo sacar un tabaco arrugado

lo prendió e inhaló,

esa noche parecía nunca terminar

esperaba con ansias el inicio del mañana

pero nunca llegaba.

Aunque su cabeza descansaba en su sillón favorito

no se sentia agusto sino abrumado y frustrado,

fue cuando ipso facto tomo la primer cuerda a la mano,

misma que ya tiempo atrás había preparado

y sin pensarlo la puso en su cuello

quería dejarse caer y terminar con su tormento

pero aun cuando la intensión más terminante acogía su garganta

recordó un detalle que impedía continuar,

detalles, siempre pensaba en los detalles

pero esa vez sólo se había dejado llevar.

Sin tener de donde anudar la cuerda, se sentó,

puso sus manos cerca de sus labios

el plan perfecto para la buscada supremacía,

que se interrumpió por su más íntima apatía,

él sabía que debió haber pensado en todo,

tal vez no quería terminar sino simplemente

tener un placebo que le recordara su anhelo,

y seguía sentado, dando vueltas a la conciencia

y entonces, fijó su mirada en el enorme reloj

ya era tarde, el día que quería acabar era ayer,

pero hoy, seguro lo volverá a intentar.