abril 14, 2011

5 consejos prácticos para que las personas más corrientes que comunes parezcan personas cultas y estudiadas

1) Traer un libro consigo, no importa que no lo lea, simplemente manténgalo abierto mientras escucha música (que seguro será reggaeton, cumbia, huaracha...).

2) Ría al ver que nadie más lo hace, esto hará creer a la demás gente que su IQ es tan elevado que ha entendido algo que ellos no pudieron.

3) Hable sobre política, aunque no sepa nada, de verdad, no es necesario saber del tema, siempre es creíble el conocimiento sobre este tema si se echa un rollo mareador.

4) Finja entender a la perfección a Jorge Luis Borges y sobre todo finja reconocer a cada personaje célebre que este autor menciona.

5) El más importante, si no se sigue alguno o todos los puntos anteriores, simplemente MANTENGA CERRADA SU BOCA, así nadie, absolutamente nadie notará de su analfabetismo retórico.

abril 01, 2011

Cronopios de viernes entre mi ser y mi sentido

Estoy al borde de la locura y la incongruencia

la excesiva exigencia me ha hecho ciego, manco, mudo, torpe;

el arenar del tiempo me envicia más y más,

no puedo salir, creo necesito ayuda

es como querer correr sin piernas

como caminar estático

y lo único que hago es arrancar

cada pedazo de piel muerta de mi

porque quiero renovar mi ser

quiero alimentar mi alma

pero ir pedazo tras pedazo me ha hecho desesperar

he comenzado a arañarme y sangrar

y no consigo limpiarme sino ensuciar mi ser

hacer de mí un cronopio,

un frio caldo de pollo para el corazón

¡maldito ser infame y bueno para nada!

me digo a cada gota que cae al suelo

subestimo mi ego, pisoteo mi ilusión... golpe.

Con un suave movimiento y de un sólo tajo

termino con lo se conoce como yo

muerdo mis labios, rechino mis dientes

mis ojos muestran señales de ira y dolor

pero es inútil, ya caí, estoy aquí

en este pozo vacío de dudas y prejuicios

que traen a mí, la maldita inquietud

me ha robado, me ha hurtado

mi ser no encuentra razones

y ya no puedo más

sé que aún sigue aquí conmigo

apagándose cual llama sin oxígeno

si se llegase a extinguir, sé que será el fin

y nunca más podré salir

Nota muerta: déjame olvidarte

Entre un tumulto de mentes transeúntes

veo tu silueta inerme, inerme,

y como la lucha contra una intensa y pesada marea

busco llegar a tus brazos y ver como de tus labios

dices lo que de niño me falto escuchar,

estoy aquí, ya junto a ti, pero no dices nada,

siento que la mejor forma de sobrevivir

es tener que mentir y pretender.

Por fin tu rostro me voltea a ver,

y abro mis ojos humedecidos

por la rabia y la innecesaria verdad,

me siento saboteado

desplazado, ignorado

y quiero desaparecerte de mi mente.

Deja que te olvide y que termine lo que nunca empezó

quiero dar el primer paso, no lo tomes tú

dame ese último aliento

y permite que sea dueño del tiempo,

tu dignidad está menos herida que la mia,

deja que me sienta más que tú por única vez,

tomemos la última taza de café

y cierra los ojos

mi arma es cálida y no lo sentirás

deja de respirar

deja de parpadear...

Este juego ya no me hace sentir bien

Y dentro de mi estado anímico

que se encuentra al borde del caos

entre la linea de la cordura

y el abismo de la locura

sales de pronto a quererte imponer,

me sonríes, me ves directo a los ojos

te tragas mi egolatrismo y después lo escupes en mi cara,

me tocas y me hundes, juegas con este pobre perdedor

y por primera vez me decido a seguirte el juego,

me haces sentir bien, me elevas, me alteras

y entonces, cuando más profundo me encuentro de ti,

tu perfume se esfuma y dejo de sentirte,

la sangre deja de llenar mi cabeza

y se hace más difícil inhalar el oxigeno.

me castra el insaciable sentir de importarte

y es cuando pienso que ya no quiero jugar más

y me canso de la preocupada retórica que empleo

con el más íntimo deseo de atraparte

y tenerte dentro de una jaula de cristal

sólo para mí y nadie más

deja que renuncie a mis sueños

pero nunca me sueltes,

quisiera sentir aunque sea por un momento

que latimos al mismo ritmo

y pretendamos que no hemos tocado

las reglas de la indiferencia

Carta de despedida diaria

Y el sonido del enorme reloj en la sala

prendía fuego a sus más íntimas alusiones

no hizo más que tomar esa botella casi vacia

y terminó con la última gota de alcohol,

había un silencio que enmudecía su anarquismo

pero el sonar del péndulo retumbaba por toda su casa

lo enloquecía y desesperaba,

con su mano apenas si pudo sacar un tabaco arrugado

lo prendió e inhaló,

esa noche parecía nunca terminar

esperaba con ansias el inicio del mañana

pero nunca llegaba.

Aunque su cabeza descansaba en su sillón favorito

no se sentia agusto sino abrumado y frustrado,

fue cuando ipso facto tomo la primer cuerda a la mano,

misma que ya tiempo atrás había preparado

y sin pensarlo la puso en su cuello

quería dejarse caer y terminar con su tormento

pero aun cuando la intensión más terminante acogía su garganta

recordó un detalle que impedía continuar,

detalles, siempre pensaba en los detalles

pero esa vez sólo se había dejado llevar.

Sin tener de donde anudar la cuerda, se sentó,

puso sus manos cerca de sus labios

el plan perfecto para la buscada supremacía,

que se interrumpió por su más íntima apatía,

él sabía que debió haber pensado en todo,

tal vez no quería terminar sino simplemente

tener un placebo que le recordara su anhelo,

y seguía sentado, dando vueltas a la conciencia

y entonces, fijó su mirada en el enorme reloj

ya era tarde, el día que quería acabar era ayer,

pero hoy, seguro lo volverá a intentar.