Efecto Placebo
octubre 29, 2011
Muerte Anunciada.
octubre 04, 2011
Se solicita escuchador
abril 14, 2011
5 consejos prácticos para que las personas más corrientes que comunes parezcan personas cultas y estudiadas
1) Traer un libro consigo, no importa que no lo lea, simplemente manténgalo abierto mientras escucha música (que seguro será reggaeton, cumbia, huaracha...).
2) Ría al ver que nadie más lo hace, esto hará creer a la demás gente que su IQ es tan elevado que ha entendido algo que ellos no pudieron.
3) Hable sobre política, aunque no sepa nada, de verdad, no es necesario saber del tema, siempre es creíble el conocimiento sobre este tema si se echa un rollo mareador.
4) Finja entender a la perfección a Jorge Luis Borges y sobre todo finja reconocer a cada personaje célebre que este autor menciona.
5) El más importante, si no se sigue alguno o todos los puntos anteriores, simplemente MANTENGA CERRADA SU BOCA, así nadie, absolutamente nadie notará de su analfabetismo retórico.
abril 01, 2011
Cronopios de viernes entre mi ser y mi sentido
Estoy al borde de la locura y la incongruencia
la excesiva exigencia me ha hecho ciego, manco, mudo, torpe;
el arenar del tiempo me envicia más y más,
no puedo salir, creo necesito ayuda
es como querer correr sin piernas
como caminar estático
y lo único que hago es arrancar
cada pedazo de piel muerta de mi
porque quiero renovar mi ser
quiero alimentar mi alma
pero ir pedazo tras pedazo me ha hecho desesperar
he comenzado a arañarme y sangrar
y no consigo limpiarme sino ensuciar mi ser
hacer de mí un cronopio,
un frio caldo de pollo para el corazón
¡maldito ser infame y bueno para nada!
me digo a cada gota que cae al suelo
subestimo mi ego, pisoteo mi ilusión... golpe.
Con un suave movimiento y de un sólo tajo
termino con lo se conoce como yo
muerdo mis labios, rechino mis dientes
mis ojos muestran señales de ira y dolor
pero es inútil, ya caí, estoy aquí
en este pozo vacío de dudas y prejuicios
que traen a mí, la maldita inquietud
me ha robado, me ha hurtado
mi ser no encuentra razones
y ya no puedo más
sé que aún sigue aquí conmigo
apagándose cual llama sin oxígeno
si se llegase a extinguir, sé que será el fin
y nunca más podré salir
Nota muerta: déjame olvidarte
Entre un tumulto de mentes transeúntes
veo tu silueta inerme, inerme,
y como la lucha contra una intensa y pesada marea
busco llegar a tus brazos y ver como de tus labios
dices lo que de niño me falto escuchar,
estoy aquí, ya junto a ti, pero no dices nada,
siento que la mejor forma de sobrevivir
es tener que mentir y pretender.
Por fin tu rostro me voltea a ver,
y abro mis ojos humedecidos
por la rabia y la innecesaria verdad,
me siento saboteado
desplazado, ignorado
y quiero desaparecerte de mi mente.
Deja que te olvide y que termine lo que nunca empezó
quiero dar el primer paso, no lo tomes tú
dame ese último aliento
y permite que sea dueño del tiempo,
tu dignidad está menos herida que la mia,
deja que me sienta más que tú por única vez,
tomemos la última taza de café
y cierra los ojos
mi arma es cálida y no lo sentirás
deja de respirar
deja de parpadear...
Este juego ya no me hace sentir bien
Y dentro de mi estado anímico
que se encuentra al borde del caos
entre la linea de la cordura
y el abismo de la locura
sales de pronto a quererte imponer,
me sonríes, me ves directo a los ojos
te tragas mi egolatrismo y después lo escupes en mi cara,
me tocas y me hundes, juegas con este pobre perdedor
y por primera vez me decido a seguirte el juego,
me haces sentir bien, me elevas, me alteras
y entonces, cuando más profundo me encuentro de ti,
tu perfume se esfuma y dejo de sentirte,
la sangre deja de llenar mi cabeza
y se hace más difícil inhalar el oxigeno.
me castra el insaciable sentir de importarte
y es cuando pienso que ya no quiero jugar más
y me canso de la preocupada retórica que empleo
con el más íntimo deseo de atraparte
y tenerte dentro de una jaula de cristal
sólo para mí y nadie más
deja que renuncie a mis sueños
pero nunca me sueltes,
quisiera sentir aunque sea por un momento
que latimos al mismo ritmo
y pretendamos que no hemos tocado
las reglas de la indiferencia
Carta de despedida diaria
Y el sonido del enorme reloj en la sala
prendía fuego a sus más íntimas alusiones
no hizo más que tomar esa botella casi vacia
y terminó con la última gota de alcohol,
había un silencio que enmudecía su anarquismo
pero el sonar del péndulo retumbaba por toda su casa
lo enloquecía y desesperaba,
con su mano apenas si pudo sacar un tabaco arrugado
lo prendió e inhaló,
esa noche parecía nunca terminar
esperaba con ansias el inicio del mañana
pero nunca llegaba.
Aunque su cabeza descansaba en su sillón favorito
no se sentia agusto sino abrumado y frustrado,
fue cuando ipso facto tomo la primer cuerda a la mano,
misma que ya tiempo atrás había preparado
y sin pensarlo la puso en su cuello
quería dejarse caer y terminar con su tormento
pero aun cuando la intensión más terminante acogía su garganta
recordó un detalle que impedía continuar,
detalles, siempre pensaba en los detalles
pero esa vez sólo se había dejado llevar.
Sin tener de donde anudar la cuerda, se sentó,
puso sus manos cerca de sus labios
el plan perfecto para la buscada supremacía,
que se interrumpió por su más íntima apatía,
él sabía que debió haber pensado en todo,
tal vez no quería terminar sino simplemente
tener un placebo que le recordara su anhelo,
y seguía sentado, dando vueltas a la conciencia
y entonces, fijó su mirada en el enorme reloj
ya era tarde, el día que quería acabar era ayer,
pero hoy, seguro lo volverá a intentar.
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